Ida y ¿vuelta?

La vida es un viaje de ida, el cual se puede hacer en bondi, porque comprarse un auto particular te cuesta un huevo y la mitad del otro. En subte no se puede, porque Macri todavia no inaugura las estaciones, en taxi tampoco porque el chofer te habla de futboll y no te deja viajar tranquilo, y en tren tenés que viajar apretado y comiendote el chivo del grandote peludo de al lado.....y además te tocan el culo y no con cariño.


Y si la vida es un viaje, entonces los demás pasajeros son quienes nos acompañan a lo largo del trayecto. Algunos se bajan antes, algunos suben a mitad de recorrido, algunos se tiran un pedo y miran mal al de al lado para disimular... algunos le dejan el asiento a una vieja aristocrática que tuvo que viajar en bondi porque Alfred se engripó y no la pudo llevar hasta su partida de Bridge, algunos simplemente duermen hasta llegar a su destino y otros siguen de largo.

Pero este viaje no es gratis. Para algunos cuesta más y para otros cuesta menos, y el que más tiene que pagar, por lo general es el que menos tiene.

El chofer, el hombre en el cual confiamos para llegar a nuestro destino. A veces es rudo, feo y tiene cara de orto con diarrea. Pero otras veces te devuelve una sonrisa y te dice "Andá a sentarte al fondo pendejo", y pega una frenada para que te caigas de jeta al piso. Aún así, aunque no sepamos nada sobre él, confiamos nuestra suerte en sus manos, y nos sometemos a sus caprichos.....esperando como recompensa arribar a nuestro destino.

Cada tanto subirá un inspector a revisar que todo esté en orden, y que todos hayamos pagado el precio por el viaje. Pero que no descubra que te colaste, porque recaerá sobre ti el juicio divino y deberás descender en un baldío descampado al acecho de las fieras.

Y ya llegando al final, tal vez notemos que muchas de las caras familiares que reconocimos al subir, tal vez ya descendieron, y otras aún permanecen. Pero lo más probable es que ya no sean tantas como antes. El timbre suena, es el momento de finalizar el viaje.....las puertas se abren y nuestro destino espera a la vuelta de la esquina.
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Gracias a Cortazar y a Bioy Casares, que colaboraron en la redacción de este post (?)

Viajar en bondi me genera estados psicodelico-hipnoides....

El Rata

Comentarios

  1. Jjajajajaj muy buen post, Rata. A mi viajar en transporte público me genera estados parecidos...

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  2. Con esto me acordé de varias cosas, pero particularmente de una vez que el colectivero paró en una avenida - en medio -, dejó el colectivo encendido, bajó corriendo y fue al supermercado. Compró boludeces, volvió con la bolsa y siguió manejando.

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  3. Ah... genial cuando los colectiveros paran a comprarse puchos en el kiosko!!

    :)

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  4. Entiendan que lo de comprar puchos es una necesidad vital. Alguna vez intentaron manejar un bondi SIN fumarse un pucho??? Is fucking Impossible! (?)

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  5. hey! aviso que cambié la url de mi blog solsessionremixado por http://solfortuny.blogspot.com
    :)

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